La usina se posiciona como pionera en innovación de aceros para transformar la industria de la construcción chilena.
En Siderúrgica Huachipato, estamos comprometidos con producir acero que aporte a mejorar la productividad de nuestros clientes haciendo las cosas bien a la primera. Esto nos ha llevado por la ruta de producción de aceros de alta resistencia, una tecnología ya validad a nivel internacional pero relativamente nueva en nuestro país, que agrega valor especialmente a la industria de la construcción chilena en el proceso de corte, doblado, instalación y en términos de calidades especiales.
“En Siderúrgica Huachipato también aportamos a la productividad entregando aceros a la medida (largos especiales y largos de 14 metros), que reducen el tiempo en obra y residuos/desperdicios, alineado con la sostenibilidad y reducción de la huella de carbono, junto con la disminución de tareas directas del uso de estos aceros. Con ello, se contemplan la fabricación de aceros de alta resistencia con normativas americanas y chilenas que ayuden a aumentar productividad, reducir costos y mejorar las cuantías”, comentó Elias Pincheira, Project Manager de Infraestructura de la compañía.
EL IMPACTO POSITIVO
Estos aceros especiales se caracterizan por poseer una mayor resistencia a la tracción y una tensión de fluencia que comienza en los 420 MPa, mientras que las barras de hormigón tradicionales solo abarcan entre los 280 MPa y los 420 MPa. Estos son los validados por la normativa americana ASTM A706 y la chilena NCh 204 por sus dos grados nuevos de acero, añadidos en la actualización del año 2022 (A700-520H y A730-550H) tras 16 años sin modificaciones en la norma nacional.
El principal beneficio que aporta su uso es la disminución en la cantidad de acero necesaria para reforzar elementos de hormigón armado, reduciendo costos en las cuantías hasta en un 24% con respecto al acero tradicional y permitiendo, además, la edificación de estructuras con una menor congestión de armaduras, facilitando y acelerando el proceso. Todo esto significa un 11% de ahorros económico directos, que se complementan con los costos indirectos asociados a transporte y construcción. Sumado a ello, los aceros de alta resistencia significan una baja del tiempo de armado y edificación, reduciendo la exposición a riesgos de accidentes y teniendo un efecto positivo en la seguridad dentro de la industria.
MITOS Y VERDADES
Existen tres mitos fundamentales respecto a los aceros de alta resistencia. En primer lugar, se dice que poseen menor ductilidad que los aceros tradicionales, pero la elongación de fractura en ensayos estándar demostró que los aceros de alta resistencia cumplen con los mismos estándares de ductilidad, e incluso superan estas exigencias, como es el caso del A706. Por otra parte, se duda del desempeño cíclico de estos aceros, pero las investigaciones recientes mostraron que su comportamiento bajo carga cíclica es comparable al de los aceros tradicionales.
En tercer lugar, se argumenta que los aceros de alta resistencia son considerablemente más costosos. Si bien es cierto que su precio es superior, esto se compensa con el menor requerimiento de material al reducir el transporte y el tiempo de construcción. Es por ello que los aceros de alta resistencia son una elección sustentable y eficiente en la construcción.
PANORAMA ACTUAL
Recientemente, se actualizó la norma NCh 204:2020, equivalente a la ASTM A615 en Estados Unidos, incorporando calidades de alta resistencia para barras de acero destinadas al hormigón armado. Estas nuevas calidades, como A700-520 y A730-550, presentan tensiones de fluencia de 520 y 550 MPa, respectivamente. Además, la norma NCh 3334, correspondiente a barras laminadas en caliente soldables para hormigón armado (similar a la ASTM A706), está en proceso de actualización y se anticipa la inclusión de aceros de alta resistencia.
Sin embargo, la ingeniería estructural es reticente a los cambios. La infraestructura de nuestro país es sometida a un terremoto severo al menos una vez cada 10 años, por lo que los profesionales del área se enfrentan a la responsabilidad de diseñar estructuras resistentes antes estos frecuentes sismos.
Para que los aceros de alta resistencia se introduzcan exitosamente al mercado es necesario generar confianza en la ductilidad de su material, la validez de los métodos de análisis, aplicabilidad de requisitos de diseño y las normas de uso. La investigación realizada en el extranjero durante la última década demuestra que el uso de acero de alta resistencia es seguro: su aceptación en la práctica chilena depende de la difusión del conocimiento sobre sus propiedades.
A pesar de las dudas, ya existen proyectos en nuestro país en los que se emplean aceros de alta resistencia como el Puente Chacao y el Puente Ferroviario en Concepción, ambos regidos por la normativa ASTM A706. El éxito de estos proyectos son evidencia de la llegada permanente de los aceros de alta resistencia, que se perfilan como un complemento positivo al acero A630-420H, utilizado de manera predominante en los últimos 20 años. Esta gradual aceptación de estos nuevos materiales, es reflejo de la evolución e innovación constantes –y necesarias- en beneficio de un área de construcción de infraestructuras seguras y eficientes en Chile.